Las hormonas tiroideas ayudan a todas las células del cuerpo a funcionar de forma correcta. Esto es porque controlan el metabolismo, que es el ritmo al que funciona cada parte del cuerpo. Ayuda a que el cerebro, el corazón, los músculos y otros órganos funcionen bien. Un metabolismo equilibrado también garantiza una temperatura, frecuencia cardíaca, nivel de energía y tasa de crecimiento adecuados.
La tiroides es una glándula situada en la parte anterior del cuello cuya función es la regulación del metabolismo del cuerpo a través de la producción de hormona tiroidea. Esta hormona se transporta por la sangre y va a todas las células que componen el organismo donde realiza sus funciones. En el tiroides pueden ocurrir diversas alteraciones, hablaremos brevemente de cada una de ellas:
El cual se produce cuando la glándula tiroides produce menos hormona de la necesaria para el buen funcionamiento del organismo. Es una enfermedad muy frecuente sobre todo en mujeres de mediana edad y tras el parto. Los síntomas más importantes son cansancio, dificultades para concentrarse, frío y, a veces, hay ganancia de peso. Es de destacar que muchas otras enfermedades pueden dar síntomas parecidos, es por ello que para diagnosticar esta enfermedad es necesaria la participación de un especialista certificado.
Se produce cuando la glándula tiroides produce un exceso de hormona tiroidea. Es menos frecuente que el hipotiroidismo y se caracteriza por: sudoración, taquicardia, cansancio y a veces pérdida de peso.
Es un agrandamiento anómalo de la glándula tiroides. Aunque los bocios son generalmente indoloros, un bocio grande puede causar tos y dificultar la deglución o la respiración. Los bocios grandes pueden provocar dificultad para respiración o la deglución, y pueden causar tos y ronquera.
Son casi siempre benignos pero si el especialista identifica ciertas características, potencialmente requerirá de una ecografía, o de realizar una punción con aguja fina para estudiar las células y descartar malignidad. El seguimiento es por ecografía y en caso de que la punción sea sospechosa se pueden eliminar con cirugía. Los nódulos tiroideos son extremadamente frecuentes (hasta un 40 % de la población en ciertos estudios).
Es un diagnóstico que ha ido incrementando su frecuencia en los últimos años. En general tiene un buen pronóstico si se trata adecuadamente y a tiempo por un especialista. Es determinante que pueda ser diagnosticado a tiempo.