Los procedimientos quirúrgicos de la tiroides se indican para pacientes con una variedad de afecciones tiroideas, incluyendo nódulos tiroideos cancerosos y benignos (no cancerosos), glándulas tiroides grandes (bocios) y glándulas hiperactivas.
La tiroidectomía es la extracción de toda o de una parte de la glándula tiroides. La tiroides se encarga de producir hormonas que regulan todos los aspectos del metabolismo, desde la frecuencia cardíaca hasta la rapidez en que se queman calorías. La porción de la glándula tiroides que se extrae durante este procedimiento depende del motivo de la cirugía. Si solo se extrae una parte, es posible que la tiroides pueda funcionar normalmente después de la cirugía. En otros casos se puede requerir la extracción total, para lo cual el especialista determinará el tratamiento postquirúrgico. Conozca más.
- Lobeistmectomia – sacar la mitad de la glándula tiroides.
- Tiroidectomía total, en la cual se elimina todo el tejido tiroideo identificable.
Existen indicaciones postquirúrgicas específicas para cada una de estas operaciones, las cuales serán dadas a conocer por la doctora.
La cirugía es necesaria, sin lugar a dudas, cuando se ha diagnosticado cáncer de tiroides o existe la posibilidad del mismo. En ausencia de un posible cáncer de tiroides, puede haber opciones de tratamiento no quirúrgicas, dependiendo del diagnóstico. La doctora le dará a conocer todos los detalles en función de las particularidades de su caso.
Una vez que se haya recuperado de los efectos de la cirugía de la tiroides, usted podrá hacer llevar su vida con normalidad. Muchos pacientes desarrollan hipotiroidismo después de la cirugía , requiriendo reposición de la hormona tiroidea. En el caso de cáncer de tiroides puede ser que necesite de tratamiento adyuvante con yodoterapia dependiendo del estado en que se encuentre.